caí sobre vos
invadí tu habitáculo
y abandono
como la noche y el olvido
cené en tus puertas
al abrigo
de tu sacrificio
de tu sacrificio
sin entender el frío
ni las manos
nos respiramos
con el corazón
en las pupilas
escribiendo cartas
diciendo penumbras
que ardían como ciudades
en los cuerpos
luego de la destrucción
el silencio apretaba
los esqueletos del amor
que crujían como poemas
al vacío de mis ojos
despues de mirar el mundo
C.G.
que ardían como ciudades
en los cuerpos
luego de la destrucción
el silencio apretaba
los esqueletos del amor
que crujían como poemas
al vacío de mis ojos
despues de mirar el mundo
C.G.
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