viernes, 16 de septiembre de 2011

EL SACRIFICIO


caí sobre vos

invadí tu habitáculo
y abandono

como la noche y el olvido
cené en tus puertas
al abrigo
de tu sacrificio

sin entender el frío
ni las manos
nos respiramos
con el corazón
en las pupilas
escribiendo cartas
diciendo penumbras
que ardían como ciudades
en los cuerpos

luego de la destrucción
el silencio apretaba
los esqueletos del amor
que crujían como poemas
al vacío de mis ojos
despues de mirar el mundo

C.G.